Mujeres y Hombres y … Racistas

El programa MYHYV saca a pasear la romafobia y el antigitanismo en su programa 1070.

No tengo por costumbre ver determinados programas que según mi opinión más que entretener idiotizan y que ponen en alza valores que podrían ser éticamente muy reprobables como el culto a la imagen por encima de la inteligencia y una exaltación de la mediocridad, la ignorancia y el mal gusto, por si esto fuera poco, algunos además fomentan conductas xenófobas y racistas. En este caso los protagonistas son, una vez más, la Rromafobia y el antigitanismo. Hace tan solo unos días he visto asqueado en  «Mujeres y Hombres y Viceversa”, en adelante MYHYV, una muestra de racismo y xenofobia que me ponía el vello de punta.

El programa de marras, para mi gusto y entendimiento, pésimo y en un formato infumable pretende mostrarnos las peripecias de un grupo de jóvenes descerebrados sedientos de un minuto de televisión sacando a relucir, de forma injusta, lo menos interesante de esta generación. Esta emisión nos pone en contacto con un grupo de adolescentes que se dedican a hacer de bufones televisivos haciendo gala de la mayor de las ignorancias, superficialidad y materialismo. Es como contemplar el preámbulo de unos adultos que parecen destinados a engrosar el rebaño de borregos mediatizados, a engordar esa gran bolsa de mediocridad de esta sociedad, fácilmente dirigibles, amansados y complacientes.

Por si esta conjunción no resultara lo bastante “casposa” debemos añadir también la xenofobia y el racismo.

El inicio del programa 1.070 de MYHYV, sale en escena un imitador (¿de verdad le pagan por eso?) que pretende hacerse el gracioso con una muchacha, tan descerebrada como el resto, que el día anterior había hecho gala de su “espontaneidad” soltando cuatro frases muy desafortunadas, en ese lenguaje “cani” que se ha puesto de moda en determinados espacios, gente que ha hecho suyos los estereotipos atribuidos a los gitanos como imagen distintiva, se cargan de oro, dicen “su primo” o se llaman “primos entre ellos” y escuchan hip-hop y música aflamencada que posee la misma calidad de los folclorismos nacionalcatolicos que nos servían en la dictadura pero remozados y con arreglos electrónicos.

Irene, una chica del extrarradio y tronista con el imitador con el personaje de «suprima» que ridicula y afianza los estereotipos negativos contra los gitanos.

La muchacha responde a los criterios estéticos que para la mayoría representarían a una gitana, es morena, pelo largo y hace gala de una incultura y poco saber estar, que excita la “imaginación” de los directivos del programa que pretenden “educarla” con clases de “buenos modales”, hecho que desencadenará esta parodia xenófoba. Para aderezar este sinsentido llevan al programa a este supuesto imitador para que suelte perlas del calibre “mi prima llega a casa y no la entiendo porque habla como los payos”, no es que me resulte humillante solo por esa utilización peligrosa y de mal gusto de la cuestión étnica sino también porque ella, con toda su simpleza no deja de ser una persona y no merece ese escarnio y humillación pública, claro que el minutito de TV y que te vean las vecinas bien vale pasar el trago, o al menos así lo debió de pensar ella si no fue tan solo un dejarse llevar por la inercia. Y ya para remate quieren que se de un baile con una rumba de los años setenta de estilo “taleguero”. Os habéis lúcido, casi no os dejáis un solo prejuicio en la cartera.

No era gitana, pero eso daba igual, para ellos cumplía su rol y eso la hacía vulnerable de la burla, a mi me da igual que no lo fuera porque en la representación simbólica de esa pandilla de carroñeros periodísticos ella si lo era y eso nos afectaba a todos los y las gitanos y gitanas. La muchacha no tiene la culpa, no es cargar tintas sobre esta cuestión, no seamos tan zafios y obtusos, no nos quedemos en el detalle si es o no es o que es, la cuestión es mucho más profunda y no reside en la particularidad, sino en la proyección de eso y en la imagen de fondo que esta sociedad se crea sobre los Rroma.

Cual no será la sorpresa de la presentadora e “ilustres invitados” cuando unos minutos después y de manera inesperada dos de las muchachas que estaban entre el elenco de pretendientas se levantan y se quejan de esta parodia. Ellas si eran gitanas.

La cara de la presentadora era un poema y las reacciones torpes y nerviosas de los invitados, después de haberse reído a mandíbula batiente con este despropósito, delatoras de su verdadero y sucio sentimiento. Las muchachas no hicieron antes público su origen étnico, no tenían porque, es un dato sin relevancia, claro, para estos señores “no parecían gitanas”, no respondían al estereotipo, no decían “molocoton” ni “fragoneta”, ni llevaban chorretes por la cara, ni hablaban mal (al menos no peor que el resto de sus compañeros y compañeras).

Naima, la tronista gitana se indigna ante los comentarios racistas de Pipi Estrada que de manera torpe balbucea una excusa tonta para salir al paso.

Con esa actitud torpe y nerviosa de los que antes se reían burlonamente, también salen a relucir los socorridos escapes para zafarse del calificativo que ya llevaban grabado en su frente ,“racista”, y hacen uso de lo típico “Adoro a los gitanos” “Tengo muchos amigos gitanos”, como me huele a cuerno quemado cuando alguien empieza su frase así, porque inmediatamente suele seguirle una retahíla inacabable de prejuicios y estereotipos que manan de su boca acompañados de una cara que va entre el paternalismo y el “ me han pillado”, que suele finalizar en una muestra física de afecto falso e innecesario, en general un abrazo o unas palmaditas en la espalda que mas bien parecen una súplica de excusa y un acto para el foro que no sirve jamás para camuflar lo que realmente son pero que a ellos les hace sentirse menos “pillados” y que han pasado el trago.

Yo me pregunto… ¿Qué hubiera ocurrido si a la muchacha, que en realidad era mulata, le hubieran soltado una ristra de chistes sobre negros, esclavitud y pateras?.¿Qué hubiera ocurrido si hubiera sido judía y le hubieran gastado “chistecitos” sobre nazis y judios? Aquí todo el mundo se hubiera llevado las manos a la cabeza, se habría identificado rápidamente, los propios directivos de la cadena hubieran tomado cartas y habrían demandado excusas pública, pero como somos gitanos, está justificado, se entiende como “sentido del humor”, como los “Trending Topics” que aparecen en Twitter sobre gitanos, que bajo la patina del humor esconden la ponzoña del racismo, deshumanizan al colectivo al que se dirigen, los “cosifica” relegándolos a una categoría inferior a la de los animales, casi en seres inanimados sobre los que descargar toda nuestra frustración, complejos e inseguridades, esos que no somos capaces de escupirnos en nuestra propia cara.