Mujer egipcia digna, combativa y rebelde

Frente a las imágenes prejuiciosas y etnocentristas que muchos grupos ultras y algunas personas "bien pensantes" pretenden difundir, el rol de la mujer en las revueltas árabes ha sido activo y fundamental. Pensar que estas mujeres son sumisas, descerebradas o poco conscientes de su situación es un insulto y una muestra de ignorancia, una incapacidad para comprender la complejidad de los contextos y las sociedades.

Cuando doy mis cursos sobre interculturalidad siempre pongo un ejemplo que considero muy ilustrativo, digo que esto de ponerse a contemplar otra cultura es como ponerse a ver el canal Plus sin decodificador, vemos rayas, bultos, formas que se mueven de un lugar a otro, algún destello de color… y sobre eso nos inventamos la pelicula, imaginamos los diálogos, la acción… todo. Precisamente las habilidades en interculturalidad y nuestra capacidad de aprender de manera crítica nos permite llegar a la llave del decodificador para contemplar la verdadera escena que se desarrolla ante nuestros ojos.
Pues precisamente se trata de eso, de no prejuzgar y de no montarnos peliculas desde nuestro sillón.
Por lo que he podido observar estos días, Egipto es un país donde el peso de la religión y la cultura musulmana es más grande que en otros paises como Túnez pero eso no significa que sus mujeres sean menos combativas ni menos dignas. El uso del Hiyab y otras prendas, aunque inicialmente tengan un uso mas o menos religioso, al final acaban convirtiendose en una moda sobretodo social, eso no significa que no haya personas que las utilicen con ese valor inicial pero no es la generalidad.
Una de las visiones que me resultaron más sorprendentes, justo la primera noche en El Cairo fue ver a una chica joven, muy hermosa por cierto, muy ceñida pero ¡FUMANDO Y CON HIYAB! y además eran cerca de las 2 de la madrugada… no entendí nada, la vi discutiendo con el dueño de un café, luego y gracias a mi amigo Hossam que ha sido mi gran decodificador me explicó que esa chica estaba discutiendo diciendole al señor que ella era dueña de su cuerpo y hacia lo que le daba la gana. Era una prostituta con todos sus papeles en regla. Con esto no quiero decir que el ejercer la prostitución sea el culmen de la libertad, nada más lejos de mi intención, sino que no podemos dejarnos llevar por esas primeras impresiones poco meditadas y cargadas de lastre etnocéntrico.
Otra de las curiosidades a mis ojos de occidental, orentalizado quizás pero occidental, fue ver a mujeres con el Niqab, todas de negro, con medias, guantes y tan solo una rendija para poder mirar. Mi sorpresa ha sido comprobar que esto también forma parte de una moda.
Las mujeres de los jeques, máximo esponente de glamour, que llegan de otras latitudes lucen estos atuendos y algunas mujeres, para dar a entender que pertenecen a una clase superior y que son más sofisticadas utilizan estas ropas para proyectar esta imagen. Una vez más nos damos de boca contra las ideas precondebidas.
Por otro lado, aunque no son demasiadas también hay mujeres con el pelo suelto, muchas de ellas más mayores, personas con una clase media, una burguería acomodada que se ha criado en los años 60, donde esas imágenes eran las de moda, las que se promocionaban en el cine egipcio de hace unos 40-50 años que como ya sabeis fue una época dorada para el audio-visual egipcio que fue considerado el Hollywood del Oriente Medio. Historias de amor tórrido, llevado al límite, con muchas imágenes que no hubieran pasado la censura franquista de la España de esos años.
Mujeres tapadas o no, conviven en su cotidianidad en Egipto.

¿cual es la moraleja de todo esto?
Extraigan sus propias conclusiones.

One response to this post.

  1. Impresionante el video y lo que redactaste.

    Muchas gracias, seguí así!

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